”Año nuevo, vida nueva”. Realmente esas frases ME LA SECAN. “Qué suerte que ya se termina este año de mierda”, dicen...Estos individuos agobiados por el agotamiento del año padecen una especie de delirio místico por el cual creen que su patética vida terminará el 31 de diciembre a las 23.59 horas y se transportarán a una nueva dimensión; lejos de esa mesa llena de familiares con cara de orto, lejos de ese trabajo rutinario y agobiante, lejos de toda esa cantidad de pelotudos que les amargan la existencia día a día. Luego de las 12 campanadas esperan aquel acontecimiento mágico mediante el cual todos sus problemas quedarían resueltos, todas las frustraciones y pesares acumulados a lo largo del año de manera fortuita, desaparecerían.
Se suelen realizar incontables cábalas para atraer la buena suerte del año venidero atragantándose con uvas, pegando saltos, besando a extraños, poniéndose una tanga rosa (o roja si sos soltera, azul o verde si sos trava), saliendo con una valija en mano a dar una vuelta manzana y demás actos sin sentido que no sigo enumerando porque casi me ahogo mientras me reía recordándolas… Año nuevo ¿vida nueva?… Por favor, no seamos ilusos, no termina ni comienza nada, es solo una cuestión de actitud… No se va a resolver nada llegada esa fecha y si se resuelve es porque hemos hecho algo para solucionarlo y bien podríamos hacerlo en cualquier otra fecha del puto año. Lo lamento pero creo que es mi deber decirles que nada de esto va a ocurrir, pasadas las 0 horas del día 1 de enero de 2011 su vida seguirá siendo la misma, la misma mierda.
